domingo, 3 de junio de 2012

Se desató la locura (una vez más)


Diferentes pájaros de mal agüero lo habían pronosticado: durante la celebración del XII Medio Maratón de Montaña del Ocejón, válido para la XII Copa de carreras de Montaña de Castilla La Mancha, llovería copiosamente. Los voluntarios, sin prestar atención a las predicciones, elevaron sus plegarias a San Pedro, Forrest Gump, Manitú y Pachamama y… ¡no hubo nada! Una bendita capa nubosa ofició de gigantesca sombrilla, y corredores y voluntarios sufrieron, disfrutaron y entraron en trance eufórico, por tramos temporales.

Se montó el Mercadillo Solidario, en el que ONGs y artesanos ofrecían sus propuestas y mientras los esforzados de la pizarra cumplían con el rito anual de subir a rendir pleitesía al Padre Ocejón, los chicos y chicas, divididos en dos grupos, uno de ñajos y otro de grandotes, corrían su particular Ocejón Chico. Los voluntarios de Mundo Cooperante, al mando de Mónica Batán, hicieron posible una programación que comprendía: taller de reciclaje, carrera para chicos y gymkana. ¡¡¡Éxito total!!!

Ya el viernes, los integrantes de Correr te hace libre (internos del Centro Penitenciario de Meco), con su educador y artífice del proyecto Pablo Jiménez Palancares (don Pablo para los amigos) al frente, habían acampado en la zona preparada al efecto en Robleluengo. De noche, bajo una luna casi llena, habitantes del valle, voluntarios y los corredores más madrugadores, fuimos invitados por los pobladores de Villa Talego, a un generoso plato de spaghetti que, en palabras del capo Álvaro, estaba en su punto, al dente.

En el plano estrictamente deportivo, hay que reseñar el extraordinario nivel atlético-montañero de los participantes. Acometieron los enormes desniveles con un espíritu de superación realmente impresionante y fueron recibidos en la Era de Robleluengo como verdaderos héroes: con copiosos aplausos y atención personal que comprendía una rápida inspección médica del estado del corredor y una inmediata ingesta de agua, aquarius y la correspondiente raja de sandía.

Después, la ducha o manguerazo en las piernas, el masaje o la atención fisioterapéutica (este año, a los masajistas habituales, se unieron profes y estudiantes de la Facultad de Fisioterapia de la Universidad de Alcalá) , la cena (la tradicional paella de vegetales en honor a los muchos vegetarianos que transitan por los riscos, collados y cumbres de todas las sierras y ante todo y sobre todo a los componentes de la Unión Deportiva Vegetariana que año tras año corren en el Mediocejón) y para finalizar, la disco que el gran DJ David Plaza, montó en la plaza de Robleluengo.

Entonces fue cuando algún corredor que en la montaña no había destacado demasiado, dió todo y bailó hasta muy tempranito: más de las cuatro de la madrugada. Cabe señalar a los miembros de dos clubes que rivalizan año tras año en la noble tarea de la danza con vidrio en mano. Me estoy refiriendo, claro, a Los Piratas y a Los de Villanueva de la Torre. Aunque en honor a la verdad, los demás no nos quedamos atrás. Además este año, contábamos con la inestimable colaboración de los pobladores de Villa Talego que nos obsequiaron con un maravilloso repertorio de salsa, mambos y merengues que encendieron la oscura noche serrana.

A la mañana siguiente, domingo, y después de desayunar opíparamente, comenzó el doloroso acto de las despedidas: abrazos, besos y promesas de vernos en otras montañas y valles y de continuar corriendo y regresar el año próximo.

Para finalizar, el agradecimiento de todos a las entidades organizadoras: Asociación de Vecinos de Robleluengo y Federación de Deportes de Montaña de Castilla La Mancha; a las empresas patrocinadoras AHORRAMAS y Casbega, S.A. concesionaria de COCA-COLA y a los colaboradores, del valle: Albergue Teja Negra, Apartamentos Rurales Las Cabezadas, Restaurantes La Fragua y Los Manzanos; de Guadalajara, Bizcochos Borrachos Hernando; de Alcalá de Henares:
Deportes Dean, Óptica Visión Camarillo y Quiromasaje Emiliano Sanz.

Y el eterno reconocimiento a todas las personas que cortaron el tráfico, indicaron el camino, marcaron el recorrido, dieron agua y cariño, masajearon, cuidaron, curaron, elaboraron la clasificación, entretuvieron y enseñaron a los niños, pusieron música, sirvieron cervezas y ofrecieron miradas, sandías, sonrisas, jabón, abrazos y complicidades.

Ve a la pestaña de esta edición 2012 para consultar las clasificaciones y compartir las numerosas fotos que participantes, voluntarios y amigos han colgado en la red.

1 comentario:

  1. Gracias en especial a Fernando por hacer que esto sea posible y a todos los que de alguna manera colaboran y participan

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